Muchas veces se tiende a pensar que las emociones y sentimientos negativos deben ser rechazados, pero aquello que intenta derrumbarte también forma parte de ti, al igual que aquello que intenta protegerte.
Lo importante es aprender a verte y ser consciente de tu mundo interior, entendiendo que ambas partes son válidas y que es necesario cuidarlas y escucharlas para ayudarte a ti mismo.
Cuando comienzas este camino te vas dando cuenta del valor de tus cicatrices.
Con esta obra he querido mostrar el momento en el que el individuo comienza a ser consciente de sí mismo, siendo las figuras en blanco y negro una representación de las emociones negativas, las cuáles intentan arrastrarle con ellas, mientras que las figuras a color pretenden proteger aquello que florece de este. La conexión de las dos partes está en el corazón, mostrando que al final todo forma parte del mismo ser.
María Muñoz Bascuñana