La loriga es una armadura formada por pequeñas láminas de acero dispuestas en forma de escamas. Una protección hecha de pequeñas protecciones. Igual que el cerebro: dos hemisferios que, a su vez, están formados también por láminas (lóbulos) imprescindibles para crear también una armadura; la que protege nuestra salud mental.
“Loriga” es un tapiz bordado a mano hecho con cientos (¡o miles!) de puntadas de colores que representan el tejido comunitario que se necesita para poder forjar la salud mental; un entorno social sensibilizado, un sistema educativo que proteja a la infancia, una agenda política que incluya más inversión para ofrecer acceso a una salud mental de calidad a las personas que tienen más riesgo de sufrir trastornos de salud mental (colectivos marginados, tercera edad, grupos de riesgo) , un entorno laboral inclusivo e informado…
Proteger la salud mental es responsabilidad de todos y todas.
Por eso este tapiz es un tapiz bordado de forma colaborativa: mientras la autora borda en directo una última parte del tapiz, invita a las y los visitantes a escoger su color preferido entre una amplia gama de madejas y les orienta para que contribuyan a crear una parcela más del cerebro, creando así una lámina más de esta loriga, nuestra salud mental que sólo queda bien forjada con la implicación de todas las partes de la sociedad.