Con esta ilustración-cartel, quise representar los elementos comunes en las temáticas de la convocatoria. Para plasmar el miedo a la violencia sexual que sufren las mujeres que transitan por rutas migratorias y/o viven en contextos de conflicto armado, se me ocurrió que la representante fuera un personaje femenino central, que camina hacia el futuro con la mirada atenta y asustada apuntando al pasado, no solo a lo que deja atrás, sino a quien pudiera seguirla. Lleva una mochila y ropas sueltas, para mostrarla como posible migrante de a pie. Quizás huya de su casa a una zona segura, quizás huya de su país buscando un futuro libre de violencias. A su alrededor, los alambres de púas que vemos en tantísimas fronteras, que la separan de posibles destinos, simbolizan también una barrera para quienes quieren alcanzarla. Esas manos oscuras y anónimas quieren cazarla. Pero ella se protege con lo mismo que la separa de su destino, que es un alambrado. Su cuerpo es (debería ser) una frontera, un límite, para aquellos que la quieren violentar.